TEORIA GENERAL DEL ARTE (TGA)


    La Teoría General del Arte o TGA por sus siglas en español es un modelo teórico elaborado a partir de los resultados obtenidos en la aplicación del método Arsológico en los últimos 10 años. Como todo modelo teórico de tipo científico está permanente y continuamente sujeto a revisión, escrutinio, crítica y mejora o substitución. Parte de los mejores y más recientes datos disponibles y se actualiza constantemente. En general trata de responder tres preguntas fundamentales sobre el arte: ¿Qué es? ¿Cómo funciona? Y ¿Para qué sirve?


A partir de sus respuestas a estas preguntas se pueden implementar nuevos modelos teóricos ya no generales sino específicos para responder preguntas más concretas como: ¿Qué es el arte pictórico? ¿cinematográfico? ¿coreográfico? ¿musical? Etcétera.

O preguntas como: ¿Cómo funciona la creación artística? ¿la codificación artística? ¿su decodificación? O, finalmente, puede hacerse preguntas del tipo: ¿cuáles son las estrategias adecuadas para su enseñanza? ¿su promoción? Y otras preguntas similares.


En términos simples, cuando observamos el arte, la gente que lo hace, la que lo recibe y lo que pasa con las ideas que nos presenta, podemos organizar todo esto en un modelo al que llamamos Teoría General del Arte (TGA) que nos permite predecir lo que vamos a observar en el arte en el futuro y así tomar buenas decisiones y acciones como artistas, como público y como sociedad en general. Como seguimos observando y nuestros instrumentos de observación siguen mejorando, la TGA debe seguir cambiando y mejorando de forma continua, para ser ciencia, la TGA tiene que ser cuestionada y puesta a prueba constantemente.



¿Qué es el arte?


Esta es la primera y más importante pregunta que intenta resolver la TGA. A este respecto, todos los datos disponibles apuntan en el sentido de que el arte es un proceso distintivamente humano, mediante el cual nos libramos de la inmediatez de las reacciones instintivas del común de los seres vivos, a través de un proceso de creación, acumulación y concreción progresiva de formas.


De esta manera, el arte es un sub-proceso o proceso parcial dentro de un proceso más largo al que llamamos cultura o civilización, en el cual el arte provee las formas nuevas, que la sociedad a través del resto del proceso convertirá en la ‘realidad’ o este universo artificial hecho de cosas concretas e individualizadas, por contraposición al universo fenoménico de la naturaleza.


En términos simples, decimos que el arte crea las formas (ideas), como por ejemplo: ‘submarino’, para que la sociedad pueda convertirla en una cosa concreta, como los ‘submarinos’ que surca hoy nuestros mares. Todo empieza cuando un artista como Julio Verne imagina el submarino, o Da Vinci el aeroplano, o Fritz Lang el androide, o Riddley Scott los autos voladores y al cabo de un tiempo, inventores, ingenieros, técnicos, obreros, etcétera los convertirán en realidad. En general, la TGA establece que todo lo que sea artificial proviene directa o indirectamente del proceso artístico.



¿Cómo funciona el arte?


Para responder la TGA usa, primero que nada, el modelo de ‘Representación Emotiva’ que dice que los seres humanos aprovechamos una función biológica de nuestros antepasados para un propósito nuevo que nos hizo lo que somos. Esta función es la ‘inteligencia biológica’, mediante la cual todos los seres vivos ‘saben’ si lo que hay a su alrededor es una amenaza o una oportunidad; esto es la forma en que los seres vivos toman decisiones.


Los humanos tenemos también este mecanismo, pero nosotros no sólo ‘reaccionamos’ de manera inmediata frente al fenómeno, sino que a veces lo ‘representamos’ para accionar en otro momento, en otro lugar o en otra situación emocional. Frente a un león, por ejemplo, nuestros antepasados sólo tenían su instintiva ‘lucha o huye’ inmediatamente, eran la presa. Pero nosotros nos representamos a los leones, lo que nos permitió desarrollar trampas, armas y otras estrategias para volvernos los cazadores y a ellos la presa, eso se llama adaptación evolutiva para la supervivencia. Entonces, lo primero es entender como hasta los seres más simples pueden distinguir lo que les conviene de lo que les amenaza.


Además, el arte utiliza otro mecanismo biológico, el de las llamadas ‘neuronas espejo’, que en teoría del arte llamamos empatía; este permite a seres humanos y otros mamíferos comprender las intenciones de sus contrapartes y sus estados emocionales. Al sumar nuestros conocimientos sobre el comportamiento de los seres vivos (etología) y sus instintos, con nuestra comprensión de la psicología y fisiología de la percepción, así como con nuestra comprensión de los mecanismos neurológicos de la empatía podemos comprender como funciona el arte tanto en el trabajo del artista como en la experiencia del público.


De allí deriva la Arsología Formal, que es una forma de análisis semiológico para entender cómo es que los miembros de una especie biológica, en este caso nosotros, le asignamos valores significativos a las configuraciones. Así, podemos comprender el proceso de codificación mediante el cual los artistas transforman las manchas en arte pictórico, o los ruidos en arte musical, por ejemplo. También porqué, cuando un músico organiza sonidos para representar su tristeza, el público no sólo entiende que se trata de una melodía triste, sino que de hecho siente esa tristeza.


En términos simples. Es posible conocer los mecanismos biológicos que permiten al artista convertir manchas, sonidos, etcétera en arte; esto es en una combinación que otras personas pueden reconocer y sentir de manera muy parecida al artista. Como el proceso parte de un mecanismo biológico, en realidad podemos decir que no es cierto que cada quien ‘ve’ en una obra de arte algo diferente. En todo caso, cada quién racionaliza de forma diferente lo que ve y lo describe diferente de acuerdo a su propio modo de hablar y a los ejemplos de los que puede echar mano para explicarse. De acuerdo con la TGA, el arte sí es universal, por lo menos, para el universo de los seres humanos.



¿Para qué sirve?


Esta pregunta final, la responde la TGA de forma simple: Para sobrevivir, aunque sea necesario explicar después lo que queremos decir. De entrada, queremos decir exactamente eso, que el arte es un mecanismo evolutivo que nuestros antepasados desarrollaron porque les sirvió para sobrevivir. En ese sentido, como cualquier otra adaptación evolutiva que hace a los descendientes significativamente diferentes de sus antepasados, el arte nos convirtió en una nueva especie, en eso a lo que los antropólogos llaman ‘ser humano moderno’ y cuya diferencia con nuestros antepasados y parientes evolutivos es, precisamente nuestra producción de artificialidad.


En este sentido, hay que recordar que el significado de la palabra ‘Artificial’ es precisamente lo creado por el ser humano, o lo contrario a lo ‘Natural’, que es lo que proviene de la naturaleza. Una observación simple a nuestro alrededor nos muestra que todo lo que nos rodea es o natural o artificial, así como que los únicos productores de cosas artificiales que conocemos somos nosotros. A diferencia de la tecnología animal, tomamos cosas como arena, piedras y petróleo, para convertirlos en automóviles, que es algo que ninguna fuerza o proceso mecánico natural puede producir.


Así que del arte sale todo lo artificial, de manera directa o indirecta: Tecnología, leyes, costumbres, economías, religiones, todo. Las sociedades humanas a lo largo de la historia han tenido ciclos en los cuales comienzan creando mucho arte que se transforma en una cultura o civilización en ascenso, hasta que en algún punto sus ciudadanos dejan de crear arte nuevo y comienzan exclusivamente a reciclar el arte del pasado y entonces esa sociedad entra en decadencia hasta llegar a su extinción. Le pasó al antiguo Egipto, al Imperio Romano, a los antiguos Mayas y Aztecas, como nos pasará a nosotros.


En términos simples. El arte sirve para sobrevivir, para seguir siendo quienes somos y para defendernos de otros cuyo interés vaya contra nuestra supervivencia. ¿Podría, por ejemplo, un Mexicano seguir siendo Mexicano sin su idioma, su comida, sus tradiciones, etcétera? ¿Podemos en verdad decir que aun existen los mayas? Sólo porque hay personas vivas que llevan algunos de sus genes, pero que no tienen memoria histórica alguna de su civilización, que no construyen pirámides, no escudriñan los cielos ni producen en ninguna forma cultura auténticamente Maya. Sin la cultura de la libertad, la democracia y el ‘Sueño Americano’, ¿cuánto podrán los norteamericanos mantener su liderazgo económico y político mundial?


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